Por mucho que la humanidad desarrolle cada día nuevas tecnologías y trate de frenar la naturaleza, todavía no podemos luchar contra ella. Y, más aún cuando este gran poder ataca repentinamente a las personas. Debemos tener muy claro quién es el verdadero dueño del planeta así que, te presentaremos 8 momentos en que la madre naturaleza se enojó.
De que habla este articulo:
Momentos en que la madre naturaleza se enojó
1. Terremoto de Tangshan en 1976
El desastre natural que ocurrió en esta ciudad china el 28 de julio de 1976, es considerado uno de los más grandes del siglo XX. A las 3:45 am, la ciudad fue destruida por un fuerte terremoto, cuyo epicentro estaba situado a una profundidad de 22 kilómetros. Fue tan fuerte que en Pekín se sintió.
Además, a este gran terremoto le siguieron una serie de réplicas que alcanzaron una media de 7,3 puntos, lo que provocó una cantidad mayor de víctimas, motivado a que las personas estaban ayudando a las demás cuando fueron sorprendidas por otra gran réplica, que terminó por aumentar la gran cantidad de pérdidas humanas. Hay quienes asumen que murieron cerca de 655.000 personas.
2. Ola de calor en Europa
En los últimos años, el calor en este viejo continente ha estado cambiando. En el año 2003 el verano fue desastroso, la temperatura llegó a más de 40 grados y esto terminó por provocar una crisis médica en varios países, así como una sequía devastadora para las cosechas.
En algunas zonas se perdió hasta el 60% de lo sembrado. Francia fue el país más afectado, la cantidad de muertes superó las 14.000 personas, los bosques estaban tan secos que una pequeña colilla era capaz de desatar un gran incendio.
3. Tsunami en el Océano Índico
El 22 de diciembre de 2004, el terremoto más poderoso de los últimos 50 años se produjo en este Océano, al oeste de la Isla de Sumatra. El temblor, con una magnitud de 9 puntos, produjo movimientos de la corteza terrestre, creando una gran falla de 1200 metros de largo.
Las placas se movieron y generaron una ola que se movía alrededor del Océano Índico a una velocidad de 1500 kilómetros por hora. En esa oportunidad, no hubo señales de alerta de tsunamis, y en pocas horas, llegó a la costa de 13 países. Las personas no tenían noción del peligro al que se enfrentaban y murieron sin saber, porque se estima que ese día, murieron unas 300.000 personas, aunque esto no es una cifra oficial.
4. Tornado de Daulatpur
El 26 de abril de 1989, Bangladés fue golpeado por un enorme tornado, el más destructivo de la historia de este país. Durante 6 meses, esta zona se vio afectada por una gran sequía, que posiblemente también fue la causa de este gran tornado.
El gigantesco fenómeno natural aterrizó en una ciudad con una población grande. La anchura del tornado era de 1,5 kilómetros y los vientos alcanzaron una velocidad de 180 a 350 kilómetros por hora. La tormenta recorrió 80 kilómetros, destruyendo todo a su paso. Unas 1.300 personas murieron y 12.000 resultaron heridas.
5. Tormenta de nieve en Irán
En ocasiones cae nieve en este país, en especial en las zonas montañosas. Pero, el 3 de febrero de 1972, comenzó a nevar. De pronto, una pequeña nevada se convirtió en una tormenta de nieve. El espesor de la capa de nieve llegó a los 8 metros.
Algunas personas murieron por el colapso de los techos que no soportaron este peso y otras murieron por las bajas temperaturas. En dos aldeas murieron todos sus habitantes, en total fallecieron más de 4.000 personas.
6. Erupción del monte Pelée
Este es un volcán situado en la parte norte de la Isla de Martinica. Ha estado inactivo desde su última erupción en 1932, pero comenzó a mostrar actividad desde 1992. El 8 de mayo a las 8 de la mañana, esta montaña mostraba constantemente signos de actividad.
Antes de la erupción, emitía nubes de ceniza, humo y temblaba. Los habitantes del pueblo más cercano estaba preparados para evacuar, pero los periódicos afirmaban que no había nada qué temer. En la mañana del 8 de mayo, una gran nube negra de lava, vapores y gases surgieron de una grieta, al pie del volcán.
Esta nube, con una temperatura de 1075 grados, se precipitó hasta la ciudad de Saint Pierre, quemando y destruyendo todo a su paso. Algunas personas que sobrevivieron a este gran desastre, dijeron que la montaña parecía haber volado en pedazos y la ciudad desapareció en cuestión de segundos. Ese lamentable día, 28.000 mil personas murieron en minutos.
7. Inundación en China
Entre 1928 y 1930, este país sufrió una gran sequía. A finales del invierno de 1930, el país también fue testigo de grandes tormentas de nieve y en primavera, de torrenciales lluvias. Los principales ríos experimentaron altas subidas en sus niveles de agua.
El verano también se caracterizó por grandes sequías y todo esto, inundó ciudades enteras con grandes cantidades de agua. El 19 de agosto, el nivel del agua subió 16 metros, por encima del promedio. Unos 25 y 50 millones de personas resultaron afectadas, mientras que unas 150.000 murieron ahogadas. Los primeros meses, cientos más murieron de enfermedades y de hambre.
8. Derrumbe en Huascarán, Yungay
Se trata de un pueblo pequeño, pero hoy en día solo 20.000 personas viven aquí. Es la capital de la provincia del mismo nombre. En la década de los años 1070, era una ciudad común y en el siglo XX, los turistas comenzaron a visitar la cuarta montaña más alta de Sur América.
Escaladores de todo el mundo visitaban Yungay para conquistar la cima de la montaña, pero donde hay una montaña, siempre hay riesgos de avalanchas o de deslizamientos de lodo. En 1962, se produjo una avalancha de hielo, pero en aquel entonces, esta población tuvo suerte, ya que pasó sin dañar la capital.
Después de este desastre, dos científicos estadounidenses visitaron el lugar, observaron cuidadosamente y encontraron otro pedazo de roca y hielo, que si colapsaba, podría llevar a la destrucción completa de Yungay. Los investigadores pidieron al periódico que advirtiera a la gente del lugar, tan pronto como fuera posible.
Sin embargo, las autoridades peruanas se negaron a difundir la información sobre un posible desastre para evitar el pánico. El 31 de mayo de 1970, el área cercana de Huascarán fue sacudida por un fuerte terremoto. Su epicentro estaba lejos, pero el choque fue lo suficientemente fuerte como para romper una enorme área de hielo y roca, de aproximadamente un kilómetro y medio de largo.
El derrumbe fatal, desde el comienzo de la avalancha, alcanzó una velocidad de 350 kilómetros por hora, cambiando varias veces de dirección. Enormes rocas y bloques de hielo salieron disparados, destruyendo todo a su paso. Tres minutos después, Yungay y sus habitantes, en gran cantidad, quedaron enterrados bajo una enorme capa de hielo, piedras y barro. Más de 20.000 personas murieron, dejando un registro de los momentos en que la madre naturaleza se enojó.