El presente es un tema delicado y quizá no para todos. Resulta que hay gente a la que los placeres convencionales no los satisfacen, como lo que ocurrió con el enema de concreto. Estas personas necesitan ir más allá, esta es una historia sobre eso. No te rebanes los sesos intentando suponer en qué pensaba este tipo para hacer lo que te vamos a contar.
Hazte un favor, no intentes ponerte en sus zapatos. Simplemente ten en cuenta que vas a leer uno de los casos médicos más extremos y raros de la historia, es completamente real.
De que habla este articulo:
El enema de concreto
En el año 1987 y en algún lugar de los EEUU, un joven de 20 años llegó a la sala de emergencias quejándose de un fuerte dolor rectal. Como se podía ver que su sufrimiento era muy intenso, lo admitieron rápidamente. Lo primero que le hicieron fue un examen.
El resultado mostró al doctor algo increíble: en el área abdominal del recto, el paciente tenía un cuerpo extraño más grande que un feto completamente desarrollado. Y dentro de ese cuerpo foráneo, notaron un círculo. ¿Qué era eso y cómo llegó ahí? Por vía rectal era casi imposible.
Supongamos que esto se introdujo por su recto. El paciente estaría sangrando a chorros, en el mejor de los casos o muerto, en el peor. Y él no presentaba lesiones de ningún tipo. Quizá fue algo que él se tragó. Imposible, no habría pasado entero por su garganta.
¿Qué estaba pasando aquí? ¿Cómo llegó eso ahí?
El misterio estaba servido entonces y lo vuelve a estar hoy. El dolor se intensificaba y el doctor tenía aquel cuerpo sólido e increíblemente pesado como si estuviera rompiendo tejidos importantes allá adentro. El paciente estaba en peligro de muerte.
Había que operar en la sala de emergencias y hacer un par de cortes de bisturí. Después, el profesional y el equipo de enfermería vieron algo que los dejó helados. Era enorme, como dijimos antes, más grande que un bebé y mucho, mucho más pesado también, el material del objeto era concreto puro.
¿Cómo llegó adentro de esta persona? No fue introducido a la fuerza, ni por el recto, ni por vía oral. Entonces, ¿cómo ocurrió? Por si te lo estás preguntando, nadie le abrió el estómago para colocarlo. Entonces, ¿como ocurrió? El paciente con mucha vergüenza lo explicó al ser presionado.
Estaba jugando con su novio, de alguna manera que a él no le provocó explicar o cuando menos, no quiso aclarar cómo las cosas llegaron hasta ese punto. Se puso en cuatro, acto seguido: su media naranja, utilizando una pequeña mezcladora de cemento, vertió una cantidad razonable, con la ayuda de un tubo dentro del ano del joven.
Resulta que al ser un lugar oscuro y húmedo, pensaron que la mezcla de concreto no se solidificaría dentro del ano. Lamentablemente, estaban equivocados. En la imagen apareció una pequeña esfera, similar a una pelota de ping pong. El joven de 20 años explica que no tiene idea de cómo llegó ahí, por lo cual su novio, sin decirle nada, la agregó a la mezcla sin su consentimiento.
Obviamente le gustaba hacerle cosas extrañas a los demás, pero no que se las hicieran a él. Afortunadamente, el sujeto no sufrió daños a largo plazo y a pesar de que su privacidad fue respetada en todo momento, hasta el día de hoy no conocemos su nombre.
El hecho es que su anécdota quedó en la historia por siempre: el tipo que se dejó derramar concreto dentro del ano y casi no vive para contarlo. Se le llama el enema de concreto.
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