En un pueblo argentino llamado Angastaco, vivía don Hilario y su familia. Su esposa y 7 hijos tenían una vida tranquila, él era dueño de unas hectáreas de tierra y la trabajaba para la alimentación de su familia, hasta que pocos comenzaron a hablar sobre lo oscuro de ser millonario.
Sin embargo, las tierras eran en su mayoría estériles, pues no se daba lo que se sembraba, era muy poco lo que se producía. En el norte del país, existen algunas leyendas poco habituales sobre acuerdos con espíritus, apariciones y hasta con el mismo demonio. Hilario las conocía por ser un hombre de campo.
De que habla este articulo:
Lo oscuro de ser millonario
Cansado de trabajar sus tierras sin el resultado esperado, Hilario se dirigió al monte y se sentó en una gran piedra. Allí comenzó a llamar al demonio. Se dice que si haces esto, el mismo diablo se hace presente ante tu llamado.
Insistió tanto con sus gritos, que en unos minutos, este apareció ante los ojos de Hilario. Aunque ya sabía que no podía echarse para atrás, no lo podía creer. Aun así, el mismo miedo no lo dejó iniciar la conversación, pero el demonio le preguntaba qué deseaba. Hilario le dijo que deseaba que sus tierras fueran las más fértiles de la zona.
El demonio le ofreció más de lo que le pedía, la fertilidad de las tierras y grandes riquezas, pero, a cambio, le pidió un sacrificio. Hilario de forma pensante, le preguntó cuál era ese sacrificio. El demonio le respondió que quería el alma de su hijo primogénito.
Hilario no aceptó y le ofreció la de él. Estaba entre la espada y la pared. Luego de un rato, después de hablar con el demonio, aceptó el pacto. El diablo le contestó que a partir del día siguiente, su vida cambiaria para siempre y a pesar de su angustia, Hilario se quedó muy pensativo.
El regreso
Al pasar unas horas, regresó a su casa muy callado. No comentó nada de lo ocurrido. A la mañana siguiente, Hilario salió temprano de cacería, llevando a su hijo con él, sabiendo que tenía que cumplir la parte de su trato y que su hijo ya no regresaría a su casa.
Después de unas horas, regresó solo. Su esposa le preguntó qué pasaba con el muchacho que no había llegado a casa y él contestó con la cabeza agachada que lo había perdido y no lo encontró, que tal vez se fue barranco abajo o se lo llevó el río.
La mujer desesperada llamó al resto de su familia y les pidió que salieran al monte en busca del chico. Todos fueron a buscarlo, durante varias horas, pero ya no apareció, por lo que no insistieron más.
Pensando en que una desgracia había ocurrido con él, en la mañana siguiente, la tierra comenzó a dar sus frutos y la fortuna cambió para la familia de Hilario. A pesar del dolor por la desaparición de su hijo, al ver esto, Hilario comenzó a comprar ganado y trabajar con animales, lo cual lo hacía ganar más dinero.
Negocios misteriosos
Varias personas quisieron comprar estas tierras, pero este hombre se negaba sabiendo que por primera vez, comenzaba a disfrutar de su fortuna. Cierto día, trabajando como de costumbre en su campo, el demonio se le apareció de nuevo.
El hombre lleno de susto, le preguntó qué quería y éste le contestó que veía que disfrutaba de su fortuna y ahora, venía por la otra parte del trato. Hilario asombrado, le preguntó que cuál otra parte, si él ya había cumplido entregándole a su hijo primogénito.
El demonio insistía en que un alma no era suficiente para tanta fortuna y que sería rico de por vida, así que le pidió otro de sus hijos, amenazando que le quitaría todo y lo haría más pobre. Hilario le dijo que ya no le entregaría a otro de sus hijos.
De nada le servía tanta riqueza si no tenía a sus hijos con él. Hilario lo echó y el demonio desapareció, pero con un gesto de maldad, sabiendo el destino de Hilario por no acceder a su pedido.
Decadencia
Pasaron los días y la tierra, como por arte de magia, empezó a secarse de nuevo, perdiendo las cosechas. El ganado moría sin causa, fue así como Hilario comenzó a enloquecer, con gran remordimiento de su alma, al haber entregado su hijo al diablo.
Dentro de su cabeza, oía una risa macabra, sabiendo que era del mismo demonio, siendo consiente que él y su familia, sin saberlo, se habían condenado con el demonio para siempre.
Fue tanta la locura, que agarró su escopeta y empezó a matar uno a uno a cada hijo, después a su mujer y termino quitándose la vida. Esta es la terrible historia que se esconde detrás de lo oscuro de ser millonario.
Si quieres ser millonario, haz esto, pero atente a las consecuencias
Detrás de grandes fortunas se esconden terroríficos pactos con el demonio.