El 23 de julio del año 2014, el periodista Mikhail Voytenko, escribió una historia acerca de un misterioso barco fantasma de origen ruso, al que calificó como una bomba flotante, sin saber que años después su escrito se convertiría en una terrible realidad: ahora se le conoce como el barco fantasma que terminaría causando las explosiones de Beirut.
Este barco llamado Rhosus fue construido en 1986, tenía 87 metros de eslora y había realizado muchos viajes por todo el mundo. Ya para el año 2013, no era nada de lo que había sido, se encontraba en terribles condiciones y no sólo el barco, también toda su tripulación. En ese año, haría su último viaje, zarpando desde Batumi Georgia, hasta Mozambique África.
La situación de este barco era tan crítica, que eran muy notorias sus malas condiciones. Pero, era lo que llevaba dentro de él, una carga que lo hacía extremadamente peligroso: 2.750 toneladas de nitrato de amonio, el cual puede ser utilizado como fertilizante y también como explosivo.
Sin embargo, nunca llegó a su destino y es que en Beirut fue detenido, luego de que las autoridades portuarias le realizaran una inspección. Lo encontraron en tan malas condiciones, que para ellos era imposible que continuara. Es por eso que, desde octubre de 2013, hasta julio del año siguiente, el barco quedaría varado en Beirut y no sólo el barco, sus tripulantes también; el capitán de nacionalidad rusa y los demás ucranianos.
De que habla este articulo:
El barco fantasma que terminaría causando las explosiones de Beirut
El dueño del barco era Igor Grechushkin, un empresario ruso, quien al poco tiempo decidió declararse en banca rota. El dueño había dejado abandonado el barco y lo que llevaba dentro e incluso, a su tripulación, fue así como se convirtió en un barco fantasma.
El abandono del propietario fue tal, que nunca se comunicó, nunca pagó impuestos y no canceló salarios, simplemente abandono todo. Las autoridades de Beirut no ayudaron mucho, no permitieron ni siquiera que la tripulación abandonara el barco y volvieran a sus casas.
Las autoridades del puerto no querían que se fueran y dejaron descuidados esos potenciales explosivos. Los entes competentes tanto de Beirut, los rusos y ucranianos no hicieron nada, por lo que el barco fantasma quedó varado con su cargamento y sus tripulantes.
Procedimiento legal
Unos abogados locales tuvieron piedad de los tripulantes, alegando que sus vidas corrían gran peligro por la delicada carga que llevaban. Fue así como las autoridades portuarias de Beirut aceptaron descargar la carga en los depósitos del puerto. Entonces, los tripulantes pudieron volver a sus casas.
Las autoridades de Beirut querían que este barco y su carga fueran subastados, pero al estar libres, uno de los tripulantes se quejó a través de las redes sociales, diciendo que el barco tenía muy malas condiciones y era un peligro. El cargamento peligroso fue trasladado hasta un depósito, que poco a poco también quedó en el abandono. De hecho, existen imágenes filtradas del estado del material abandonado y sucio, sin cuidados ni protección.
Siniestro
Hasta hace pocos días, un terrible incendio se desató en el puerto y no se pudo controlar. Lamentablemente, llegó al cargamento, el cual generó una gran explosión, tan brutal, que hasta provocó un terremoto de magnitud 3.3.
Tras esa terrible explosión, se crearon en el mundo muchas hipótesis de lo que había pasado: si era un arma, un ataque o si habían sido equipos pirotécnicos. A final, las autoridades libanesas confirmaron que todo ocurrió por las 2.750 toneladas de nitrato de amonio.
Hay un aproximado de 200.000 mil personas que se quedaron sin sus hogares, un gran porcentaje de la cuidad quedó destruida, miles de personas heridas, cientos desaparecidas y cientos de fallecidos. Se calcula que las pérdidas monetarias alcanzan un aproximado de 5 mil millones de dólares.
Sin reservas
Por si no fuera suficiente, la gran explosión destruyó el almacén de granos de la Nación, dejando al país con reservas muy escasas que cubrirían solo unos días. Al conocerse la verdad, el presidente de Líbano aseguró que era inaceptable que este cargamento hubiese estado tantos años sin las medidas de seguridad requeridas.
Fue así como se reunió con el Consejo Superior de Defensa y el Primer Ministro prometió que haría pagar a los responsables de la explosión, aunque no dio a conocer si fue un ataque o simplemente negligencia. Paralelamente, el presidente de Estados Unidos dio una fuerte declaración, diciendo que esto fue ataque.
Devastación
Como consecuencia, el sistema de salud de Beirut quedó colapsado por tantos heridos y sumando el terrible virus que azota al mundo, se realizó un reporte de la presencia de gases tóxicos en el aire, producto de la explosión. Una vez más y de forma estricta, se declaró en este país el uso de mascarillas y la permanencia en casa.
Antecedentes
Esta no es la primera explosión causada por nitrato de amonio, tristemente han sido comunes.
- En el 2015, una cuidad de China sufrió el estallido de 800 toneladas de nitrato de amonio, donde murieron cientos de personas.
- En el 2004, un tren cargado con esta sustancia se descarriló en Nor Corea, provocando cientos de fallecidos.
- En el 2001 entre 200 y 300 toneladas de nitrato de amonio estallaron por accidente en una fábrica de fertilizantes en Francia, dejando decenas de fallecidos e hiriendo a más de 2500 personas.
Pero, aun así, lo ocurrido en el Líbano es mucho mayor y brutal, ya que destruyó más de la mitad de la ciudad de Beirut, poniendo en emergencia a toda la Nación. No en vano, los titulares hacían referencia al barco fantasma que terminaría causando las explosiones de Beirut.
Este país ya se encontraba en crisis por la COVID-19 y sumándole la devaluación de su moneda, una fuerte crisis económica y ahora este terrible desastre, las autoridades del Líbano, hicieron un llamado a los países amigos pidiendo ayuda, ya que realmente está colapsado. Y tristemente, todo comenzó con un barco fantasma que no fue tomado en cuenta por las autoridades competentes.